En un post anterior hablé sobre encontrar los obvios que nos ayudarían a hacer todo bien de entrada. Pero en este, me pareció útil hacerme una lista de los obvios de todos los días. Por un lado para no olvidarlos y por el otro para ver si al hacerla encontraba más por ahí perdidos
Aca va mi lista de obvios y espero encontrar más:
- Dejar todo lo del desayuno a punto la noche anterior. Me da esos cinco minutos extra de tiempo sin contar con lo hermoso de ver todo bien preparado y a punto. Cuando llego a la cocina solo es cuestión de calentar el agua.
- Limpiar a la mañana antes de salir me da la satisfacción de llegar a un hogar que realmente me rescata de las corridas del día.
- Poner el lavarropas antes de cenar hace que no existan excusas para no colgar la ropa apenas termina el ciclo del lavado.
- Poner la ropa, el jabón y demás en el lavarropas antes de salir todos los días. Cuando llego exhausta a la noche, solo tenga que apretar botones.
- Ordenar pensando en que sea fácil de guardar las cosas después. Si bien me encanta el orden, reconozco que si las cosas no están fáciles de guardar, se me hace difícil mantenerlo.
- Cocinar el doble de lo que implica una comida y freezar lo preparado de más. Me permite tener siempre a mano almuerzo o cena listo cuando no alcancé a preparar.
- Si prendo el horno, nunca es para cocinar una sola cosa. Aprovecho y cocino todos los platos que la medida del horno me permite.
- Los elementos para limpiar el baño no son muchos. Tenerlos a mano me permite esa limpieza luego de la ducha diaria sin excusas.
- Tener mi lista de quehaceres bien completa día por día y tarea por tarea. Esto logra que nada se me pase por alto y que la limpieza diaria no me insuma más de media hora.
- Usar una bandeja de mesa para acomodar la ropa a medida que la plancho. Así todo llega impecable y fácil a los diferentes placares (este es un “obvio” que encontró mi mamá, gracias mami!).
- Poner la ropa interior ya doblada y planchada en canastas que van directo a los cajones del placard. Placer total no complicarme llevarlas a su lugar ni perder tiempo ordenando.
- Guardar las cosas apenas termino de usarlas. Hace que no se haga una montaña de elementos para acomodar, de esas que parece que uno no va a terminar ni en una semana.
- Separar la ropa por color y tipo a medida que se junta para lavar. Evita tener que estar separando la ropa sucia quedando lista para meter en el lava-ropas
- Para que las medias no pierdan su par se juntan para lavar en un contenedor pura y exclusivamente para medias
Solo como para darle un toquecito más a estos obvios de todos los días les dejo el link a un artículo con ideas que seguramente vieron en otros lados, pero me parece interesante tenerlas presentes por si nos hace falta.
Lo obvio suele pasar desapercibido, precisamente por obvio.
Jacques Lacan (1901-1981) – psiquiatra y psicoanalista frances