Después de haber escrito el post sobre moda después de la pandemia y el de ¿si o no al minimalismo? me puse a pensar cómo sería un guardarropa fácil de usar para ganarle la guerra al “no tengo que ponerme”.
Hace rato que se habla del tema de vestirse solo con 33 prendas por temporada y el armario cápsula. Es obvio que ambos conceptos vienen de la mano, pero no solos, recordemos el orden.
Armario cápsula
Se trata de contar con prendas base, clásicas, de esas que nunca pasan de moda, a las que se les va sumando aquellas que son de temporada. Su inventora fue Susie Faux, quien en 1973 y en Londres creó la boutique ‘Wardrobe’ (armario). Quiso dar batalla a la superabundancia de prendas. Lo que proponía era poseer un armario eficaz pero de pocas prendas. Es la que inventó el término “armario cápsula”.
La idea es tener pocas prendas acordes con tu estilo y para todo tipo de actividad y evento. Al ser pocas, todas están super ordenadas en el armario y a la hora de vestirse la tarea de elección se simplifica un montón. A esas pocas prendas se le van sumando otras de plena temporada que después se sumarán o bien desecharemos.
Más o menos este es el concepto. La pregunta es cúantas son pocas prendas. Entiendo que la cantidad dependerá de cada uno de nosotros, pero si vamos a seguir por este camino a acordarse lo fundamental: pocas y bien ordenadas. Me parece re bien explicado en esta nota de Infobae que une el tema al orden y en esta otra de El correo.
3 meses con 33 Prendas
Al concepto de armario cápsula se le une otro un tanto más nuevo: 33 prendas para 3 meses. Hay quien incluye en esas 33 prendas todo tipo de accesorios. Eso si, ninguno suma la ropa para el gym, ropa interior, pijamas ni homeware.
Este estilo viene de la mano del minimalismo y es todo un reto sin dudas, pero lo que si está asegurado es un armario impecable y que la elección de nuestro atuendo diario no nos llevará más de dos minutos.
Según un artículo de Bioguia quien ideo este sistema es Courtney Cartner quien convirtió el tema del orden del armario en toda una obsesión. Aquí el link al artículo que les comento con toda una guía, para lograr este objetivo, si es que les gustó. También encontré este artículo de El Mueble con sutiles diferencias con el anterior.
Orden ante todo
Si es que decidimos ganarle la guerra al “no tengo que ponerme” es primordial que nuestro armario esté impecablemente ordenado. Todas las prendas y accesorios deberían estar a la vista para no olvidarnos la existencia de ninguno o pasar un buen tiempo buscando esa “camisa” que nos queremos poner.
La forma de ubicar las prendas para obtener un guardarropa será nuestra propia elección. Puede ordenarse por colores, por tipo, por usos o una combinación de todos. Estoy convencida que la eficacia del orden será aquel que nos sirva a nosotros, nada de recetas de terceros. Lo mismo vale para los zapatos, carteras, pañuelos, bijoux, etcétera.
Lo que si adopté totalmente fue el doblado y acomodado vertical ya sea para la cajonera o contenedores exteriores. Me resulta totalmente cómodo.
Todas las perchas iguales: da una hermosa sensación de limpieza y orden, así que a no dudarlo. Y si de percheros estamos hablando: las prendas deben quedar fácil de colgar y descolgar. Esto sumado a colgar una prenda por percha hace que nada se arrugue y que al sacar la ropa esté perfecta para su uso.
Mi conclusión para tener un guardarropa fácil de usar
Es que con 33 prendas realmente me resultaría muy difícil vestirme, tampoco soy minimalista si bien hay cosas de esta tendencia que me gustan y practico. La realidad también es que utilizo bastante el sistema de: una cosa se compra y a cambio otra se va.
Sin embargo confieso que revisando mi guardarropa y tratando de recordar la cantidad de veces que usé cada prenda me doy cuenta que el armario cápsula es real. Creo que todos de alguna forma lo tenemos incluido en nuestro guardarropa. Pensemos solo las veces que nos pusimos el pantalón negro contra las veces que usamos el bordeaux. O al no saber qué ponernos recurrimos al típico vestido negro!!!!!
Todo es cuestión de separar esas prendas base y claves. Lo que hice fue destinar una parte de mi armario solo a prendas de dos colores base: elegí el negro y el banco. En ese lugar es donde rápidamente encuentro las siguientes prendas, todas clásicas y no más de una por color (ordenadas de forma tal que las del mismo color queden juntas):
- Pantalón de buen corte
- Vestido sencillo pero elegante
- Camisa
- Blazer
- Pollera
- Traje
De esta forma me resulta muchísimo más fácil elegir mi vestuario todos los días cuando me agarra el famoso ataque del “no tengo que ponerme” o bien no tengo tiempo para dedicar al elegir y combinar. Luego del ataque o el apurón salgo perfectamente vestida con un vestido de un color (blanco o negro) y un blazer del otro.
Ganemos la guerra al “no tengo que ponerme”
ALMA JOVEN VIDA PERFECTA