Hoy, cuando fui a vestirme, me crucé con dos hermosos pares de zapatos sin estrenar que me había comprado en un hermoso “día de chicas” que disfruté con mi mamá, hermana y sobrina, lo que disparó en mi mente la importancia de disfrutar del ahora.
Lo que parece una real tontería en rigor de verdad no lo es tal si reemplazamos los pares de zapatos por cualquier tipo de evento por el que podamos estar pasando. Propongo que en lugar de “zapatos” pensemos en un futuro viaje, una relación de pareja, la preparación de un evento…. en fin… lo que sea.
Sobre este tema hay un excelente libro: “El poder del ahora” escrito por el estadounidense Eckhart Tolle. Llegó a Best Seller y su primera publicación fue en 1997. Les dejo aquí un link para poder leerlo gratis de forma digital.
Desde ya que este post no pretende compararse ni mucho menos con ese libro. Sólo tomé unas poquísimas ideas del mismo y las adapté a mi vida. Voy a intentar que mis ideas se entiendan mejor con citas de este libro. Espero les guste y sirva.
Vivir en el futuro
El ver los zapatos podría haberme creado una desesperación total por lucirlos, sintiendo que la verdadera felicidad llegará cuando los use.
Enfocarse en que la felicidad vendrá solo en el futuro, cuando tenga o haga tal o cual cosa no permite disfrutar a pleno el momento actual. La idea es disfrutar cada paso que damos para llegar a eso que tanto ansiamos. Algo parecido es lo que propongo en el post “Las metas o el camino”.
A lo anterior le agregaría que también empaña eso maravilloso que le dio origen. En el caso de mis zapatos es ese precioso “día de chicas” que disfruté más aún que la compra en sí, que fue totalmente secundaria. Si de la preparación de un evento o un viaje se trata, pensemos en eso que le dio origen. Que nos produzca la misma o más felicidad.
Simplemente, sé y disfruta siendo. Si estás presente no tienes ninguna necesidad de esperar.
Si de entablar una nueva relación de pareja se trata: disfrutemos cada uno de los pequeños pasos que estamos dando para llegar a que ella llegue a ser más profunda, duradera y todo lo que de ella esperamos. En definitiva no sabemos cómo va a seguir, así que a disfrutar cada uno de esos pequeños momentos que esta relación nos está dando.
El fruto ya vendrá cuando corresponda
Vivir en el pasado
Supongamos ahora que mis zapatos sólo me retrotraen al hermoso día de su compra, sin que signifique finalmente estrenar los mismos nada para mí.
Tendría frente a mi entonces solo un objeto que representa pasado y sin valor real alguno. Solo es pasado y solo sirve para recordarme ese momento. La verdad es que no le encuentro sentido a ésto.
Menos sentido entonces encuentro quedar atrapada en cosas del pasado sobre todo si no se trata de buenos recuerdos.
Lo que quiero decir es que por supuesto tenemos pasado, alguno feliz y otro que es mejor olvidar. Forma parte de nuestras vidas y nuestro ser. El tema es no quedar atrapados en él. Solo como ejemplo: no me parece feliz quedar atrapada en el buen recuerdo de mi cuerpo de hace diez años o en algún mal momento social en el que me sentí realmente mal. El tiempo pasó y amo mi cuerpo tal cual es hoy y ese mal momento social intento me sirva como experiencia.
Los recuerdos son eso: recuerdos algunos maravillosos y otros espantosos, pero recuerdos. La idea es no vivir en el pasado, sino tomar de él lo bueno y lo malo para fortalecernos. Son nuestras experiencias, las que mejor conocemos y sería genial tener la fortaleza suficiente para encontrar en ellas los logros que nos elevaron y los fallos que nos sirvieron para no cometer los mismos errores. Una película que muestra una de las facetas de este tema es “¿Otra vez tú?”
Si te sumerges en el pasado, se convertirá en un pozo sin fondo.
Vivir el ahora, Disfrutar del Ahora
Volviendo a mis zapatos: ahora, después de meses guardados en algún momento podré disfrutarlos. Supongaos que ese momento es el aquí y ahora. La satisfacción del “por fin llegó el momento” es genial. Otra vez, cambiemos “zapatos” por viaje, evento, etc. Llegó y a disfrutarlo a pleno.
Tratando de ser un poco más profunda sobre el “vivir el ahora” propongo reemplazar un hecho o circunstancia concreta por la vida misma. Toda nuestra existencia se desarrolla en el “ahora”, el pasado ya fue y el futuro aún no llegó.
Este momento -el ahora- es la única cosa de la que nunca puedes escapar, el único factor constante en tu vida. Pase lo que pase, por más que cambie tu vida, hay una cosa segura: siempre es ahora. Y ya que no es posible escapar del ahora, ¿Por qué no darle la bienvenida y hacerse amigo suyo?
Si, hacerse amigo aunque no sea el momento que más nos agrade. Si de problemas (graves o no) se trata la mejor forma de enfrentarlos es viviendo el momento presente. Personalmente creo que podemos recurrir al pasado para (como ya dije) no cometer los mismos errores y al futuro para saber qué camino queremos tomar frente a este problema que tenemos delante. Y si el problema es de tal envergadura que no tiene solución, permitámonos sentir lo que corresponda: dolor, ira, tristeza….
El momento presente es como es. Siempre. ¿Puedes dejarlo ser?
Cuando te haces amigo del momento presente te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.