Seguramente jamás pensamos en lo maravillosos que somos adaptándonos a los cambios que nos imponen desde el exterior sin que nosotros hayamos tenido arte ni parte. Sin consultarnos nos dicen que tenemos que quedarnos en cuarentena y luego, prácticamente sin previo aviso, nos dicen que “mañana” volvemos a nuestra actividad normal.
Si, claro, esto es lo que está pasando en la población de Argentina y el mundo con motivo del COVID-19. Pero si nos paramos solo dos minutos a pensar ¿nos damos cuenta lo maravillosos que somos adaptando nuestra vida a cambios impuestos?
Los cambios elegidos
En nuestra “vida normal” somos nosotros los que elegimos cuando dejar nuestras tareas cotidianas para tomarnos unos días de descanso. Cuando cambiar una cosa por otra: cambiar trabajo por descanso.
Elegimos el día que comienza nuestro descanso, y preparamos todo lo que tiene que ver con él. Así, vamos preparando nuestras tareas cotidianas para que de alguna forma nuestra mente pueda desentenderse de las mimas. Proyectamos el viaje (aunque sea cerca, no importa), prevenimos qué vamos a hacer, qué nos vamos a poner, nos imaginamos situaciones placenteras y demás.
Llegó el día y nos vamos a tomar nuestro bien merecido descanso. Todo sale tal como lo planeamos y de no ser así no nos importa demasiado. Lo disfrutamos, nuestra mente se libera y volvemos con renovadas fuerzas para encarar nuestra actividad diaria.
Es solo un ejemplo que puede verse reflejado en casi todos los ámbitos de nuestra vida. Me sirve para dar a entender cómo lo que hacemos, mal que bien, lo proyectamos, preparamos, saboreamos. Es nuestro, es nuestra elección con relación a nuestra vida.
Los cambios impuestos
Pero hay otros tipos de cambios que nos son impuestos, no los elegimos nosotros. El más obvio es por el que está atravesando prácticamente todo el mundo (literal): La Cuarentena.
De repente nos vemos obligados a cambiar nuestro trabajo -o por lo menos realizarlo desde nuestro hogar- por estar en casa. En un par de días ya tenemos otra rutina y nuestro hermoso día a día pasa a ser como si siempre hubiese sido así y no de otro modo.
Otro hecho que me sirve solo de ejemplo. Podemos hacer el mismo paralelo con cualquier cosa que no pedimos y nos obliga a cambiar sin siquiera pensarlo. Las circunstancias económicas, los nuevos medios de comunicación social (chat), el homebanking o las compras por internet. Son todas cosas que nos van imponiendo y pasan a formar parte de nuestra vida: nos adaptamos a ellas.
De eso se trata: vamos adaptándonos a los cambios de una forma maravillosa. Más de una vez ni siquiera nos damos cuenta pero allí estamos totalmente inmersos en los cambios. Tan inmersos que ni siquiera nos dimos cuenta que tuvimos que cambiar. Aunque sea algo mínimo, pero tuvimos que cambiar algo que veníamos haciendo de toda la vida siempre igual.
Somos maravillosos adaptándonos a los cambios!!!!!
Les digo que nunca lo había pensado. Pero es genial el poder de adaptación que tenemos a los cambios que la sociedad, el avance y la tecnología nos obliga.
En realidad ni siquiera nos damos cuenta, nos adaptamos y asunto terminado. Pero pónganse a pensar solo un minuto lo maravillosos que somos. Seguimos viviendo felices mientras a nuestro alrededor se producen un montón de cambios que en mayor o menor medida nos afecta. Sin darnos cuenta nos adaptamos y más de una vez el cambio pasó desapercibido.
Y si no nos pudimos adaptar??. Tarde o temprano vamos a encontrar la forma de superar el obstáculo con lo cual, a mi entender, es una forma de adaptación. El cambio de una u otra forma pasó a ser parte de nuestra vida y seguimos como si nada hubiera pasado.
No existe el mal tiempo, solo ropa inapropiada
proverbio alemán